domingo, 30 de octubre de 2011

Una siesta con Odalisca.





Creo que eres capaz de intuir lo que pienso, por eso intentas contener una carcajada al saber que imagino tus labios con un retoque de colágeno, y tu nariz chata por aquellos milagros del bisturí.
Por un momento se apaga tu sonrisa. Ahora soy yo la que adivina lo que pasa por tu cabeza. Te molesta que te digan que tienes los ojos pequeños, la mirada fría y que estás gorda. No voy a negarte que en ocasiones yo opine lo mismo, pero al instante tu cara me devuelve una imagen dulce, inocente y joven.
A veces te veo indiferente, pero otras cercana; a veces pienso que escondes una mentira y otras que te empeñas en decir la verdad, pero hoy me he propuesto dejar de pensar cosas extrañas. ¡Despierta Odalisca!. Esperaré a que bosteces, y luego te preguntaré, ¿cómo eres?.

1 comentario:

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...entretenido y armonioso relato ISABEL , recibe un fuerte abrazo .

...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...


desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ


COMPARTIENDO ILUSION


CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...




ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE HÁLITO DESAYUNO CON DIAMANTES TIFÓN PULP FICTION, ESTALLIDO MAMMA MIA, TOQUE DE CANELA ,STAR WARS,

José
Ramón...